Cómo usar la Inteligencia Artificial en tu TFG sin jugarse el suspenso

"A todo el mundo le gusta grabar audios de WhatsApp para ahorrarse el trabajo de escribirlos, pero a nadie nos gusta escucharlos.
Pues con los textos generados con IA pasa igual."

Este artículo trata sobre el tema que a día de hoy considero más importante para la redacción académica: cómo usar —y cómo no usar— la inteligencia artificial.

Hay muchas webs dedicadas al TFG y TFM por encargo que le dicen que no use la IA para hacer el TFG —o TFM, o lo que sea—, que le pueden pillar, que es muy peligroso, etc. ¿Por qué lo hacen? Muy simple: para que se asuste y les contrate, lo cual es bastante burdo e irrespetuoso con la inteligencia del potencial cliente al que se están dirigiendo.

Entiendo que no todo el mundo puede o quiere delegar su proyecto. Hay quien prefiere hacerlo por su cuenta, ya sea porque económicamente no se puede permitir delegarlo, o por convicción. Y si con estos artículos puedo ayudarle a avanzar, aunque no vaya a contratarme, me parece perfecto. Primero, porque si le sirvo de ayuda, seguramente hablará bien de mí. Y segundo, porque a veces alguien empieza haciéndolo por su cuenta, se le complica, se harta o se le echa el tiempo encima y luego vuelve y nos lo encarga. O no, y también está bien.

Así que tanto este artículo como el del resto de nuestra web están escritos con la misma filosofía: decirle lo que realmente funciona, sin exageraciones, y dejar que usted decida qué camino seguir.

Dicho esto, entremos en materia. Empezaré contándole para qué no sirve la IA, pero no se desmotive; se lo digo para que no meta la pata, no para desmoralizarle. Y luego le diré para qué sí sirve.

¿Sirve la IA para hacer el TFG?

Depende de lo que entienda por hacer. Si por hacer entiende redactar, entonces no, no sirve.

Si piensa que puede decirle a ChatGPT “hágame un TFG de 30 páginas sobre X” y que con eso lo tiene resuelto… ya le adelanto que no sirve. Eso no va a salir bien, y no porque le vayan a pillar con un detector —que en este otro artículo hablamos de eso—, sino porque se nota.

Los modelos como ChatGPT, Gemini o DeepSeek no tienen visión global —por ahora— ni capacidad de argumentación profunda. Funcionan bien para escribir párrafos sueltos, pero no para construir un trabajo coherente de principio a fin. No entienden que la composición tiene que ser como un árbol: con su tronco —objetivo principal—, ramas —apartados y objetivos— y hojas —párrafos—, sino que simplemente le van soltando párrafos y al final tiene un montón de hojas sin cohesión, sin ramas ni tronco: un Frankenstein de párrafos que individualmente suenan muy bien si solo lee 2 o 3 al azar, pero que cuando lee el trabajo entero de principio a fin, se ve que lo ha hecho con IA.

Y lo que más canta: las IA escriben raro. No mal, pero raro, comparado con cómo escribe una persona real con sus imperfecciones. La IA tiene un estilo demasiado correcto, artificial, repetitivo y generalista; y un TFG es un trabajo académico que debe ser escrito con metodología de redacción científica, y no generalista. Y por mucho que le dé instrucciones de que escriba con otro tono, sigue viéndose raro. Es como el que siempre ha sido serio y de repente pretende ser gracioso: queda raro. Un tutor con algo de experiencia nota esa disonancia con solo dos páginas que lea, y si combina párrafos suyos con párrafos hechos con IA, el contraste es todavía más evidente.

¿Significa eso que le vayan a suspender si usa IA? Puede que sí o puede que no, depende de lo fino que sea y de lo listo que sea su tutor. Pero si se está jugando el título con un trabajo que le ha llevado meses, ¿de verdad quiere dejarlo en manos de un modelo que no sabe ni lo que está intentando demostrar? Además de que muchas veces es más rápido escribirlo usted directamente que estar afinando y puliendo hasta el último detalle de lo que le dé la IA.

Y luego está el tema de las fuentes bibliográficas, que se las inventa. Le da bibliografía que no existe. En el argot de la IA se llaman alucinaciones, y aunque las están reduciendo, las tienen todos los modelos. Así que como luego no revise cada cita bibliográfica una por una para ir comprobando que realmente existe eso que cita, puede terminar incluyendo en su marco teórico referencias fantasma. Esto no es solo que quede mal, sino que directamente es un suspenso y un bochorno delante del tribunal cuando lo esté exponiendo. Lo de la bibliografía falsa es algo que no todos saben, y que este año nos ha reportado muchos clientes: gente que lo ha intentado hacer por su cuenta usando la IA, les han suspendido y luego acuden a nosotros para que se lo arreglemos y poder presentarlo en la siguiente convocatoria. Por eso nosotros, cuando hacemos un trabajo para un cliente, le anexamos también todos los artículos que citamos en sus respectivos PDF: para demostrarle que está hecho totalmente a mano, se los descargue y que compruebe que las citas existen, que no son inventadas.

¿Y los detectores de IA tipo Turnitin?

No funcionan bien. A veces dicen que algo tiene IA cuando no la tiene, y otras al revés: no detectan nada aunque el texto se haya escrito totalmente con IA. Hasta OpenAI —la empresa de ChatGPT, que a día de hoy es la nº1— retiró su detector de IA por ser poco fiable, y la mayoría de las universidades de prestigio ya lo han dejado de usar también esos programas —en este artículo hablamos en profundidad de ello—. Así que no, no puede usar eso como escudo. El mejor detector es su tutor, y si le chirría, le chirría. Fin.

¿Para qué sí sirve la IA a la hora de redactar el TFG o TMF?

Visto ya para qué no sirve la IA, pasemos a la otra parte: en qué le puede servir para ahorrar tiempo, porque puede ayudarle en fases muy concretas del proceso si sabe cómo usarla.

Por ejemplo: si no sabe sobre qué tema hacer el proyecto, puede pedirle ideas relacionadas con su carrera y con las asignaturas o especialidades que más le han gustado. No va a acertar a la primera, pero puede ir afinando y darle retroalimentación hasta llegar a un tema que le guste, que sea original, relativamente fácil de desarrollar y del que haya bibliografía. Porque si hacer el TFG ya de por sí es un dolor de muelas, imagínese encima hacerlo de algo que no le guste, que no controle o de lo que no haya documentación.

También puede ayudarle a hacer una estructura inicial. Le da el tema, le explica más o menos de lo que quiere hablar y le devuelve un índice bastante decente que puede ir ajustando. No es perfecto, pero es una base. Y puede pedirle incluso que le haga una propuesta de distribución de páginas, para no caer en la tentación de escribir mucho de una parte —que suele ser de la que encuentra bibliografía— y otra dejarla demasiado escueta o con paja —que suele ser aquella de la que hay menos documentación sobre la que trabajar—.

Otra funcionalidad es la reescritura de partes que no terminan de sonarle bien. Puede copiarle un párrafo suyo y decirle que lo haga más claro, más académico o que lo sintetice —porque a veces, cuando estamos cansados, decimos algo en 50 palabras que se podría haber dicho en 20— y luego usted lo retoca. Aquí sí le puede aportar valor, siempre que no pierda el control global de la composición.

Por último, sirve como corrector ortográfico y gramatical, sin duda mucho mejor que el de Word. Eso sí: úsela con fragmentos cortos y específicos. No espere que revise con sentido un TFG entero.

Así que ya lo sabe: la IA no le va a hacer el trabajo, pero le puede ayudar a ahorrarse bastantes horas si la usa bien. Si la deja al volante, el coche se estrella. Pero si la usa como copiloto, le puede ahorrar tiempo.

Y si en algún momento considera delegarnos el trabajo, puede pedirnos presupuesto sin compromiso. No soy solo yo: somos un equipo y es nuestro trabajo desde 2014: tenemos nuestra oficina propia a la que venimos todos los días de lunes a viernes. Nos dice lo que necesita y en menos de 24 horas le explicamos cómo lo haríamos y cuánto le costaría, quién se lo haría, plazos, garantías, etc. Lo escribimos todo a mano, sin IA, con un redactor de su especialidad a su disposición 24/7, con entregas parciales, revisiones ilimitadas e informes antiplagio. Ya hemos ayudado a más de 10.000 clientes, y las reseñas hablan por sí solas.

¿Quiere saber cuánto le costaría encargar su TFG, TFM o Tesis Doctoral?

✔️ Tanto si es desde cero como si ya lo tuviera empezado.

✔️ 100% original, sin plagios.

✔️ 100% escrito a mano, sin IA.

✔️ anónimo y confidencial.

✔️ redacción adaptada a lo que le pidan (páginas, tema, etc.)

✔️ escrito por un especialista que ha estudiado lo mismo que usted.

✔️ con todas las entregas parciales que quiera.

✔️ para la fecha que necesite.

✔️ reportes de auditoría antiplagio incluidos.

✔️ disponibilidad de su redactor 24/7 a través de su espacio privado.

✔️ nuestro gestor irá supervisando también que todo marcha bien.

Le preparamos gratis su presupuesto, sin compromiso y en menos de 24h.

No compartiremos ningún dato suyo con nadie, tanto si finalmente llega a ser cliente como si no.

O si dispone de tiempo y prefiere seguir haciéndolo por su cuenta, tenemos una guía gratuita para que no pierda el tiempo con rodeos:

Guía gratuita para hacer el TFG/TFM por su cuenta, rápido y bien 👇

guia-trucos-para-hacer-el-tfg-y-tfm-rapido-y-bien-

Aprenderá los trucos de los redactores profesionales:

🗸 Cómo usar la IA sin jugarse el suspenso*

(*) Nosotros no usamos IA, todos nuestros trabajos para clientes son redactados totalmente a mano.
Pero si usted quiere usar la IA, le explicamos cómo lo debe hacer para que al menos no le pillen.

🗸 Cómo encontrar ejemplos en 30 segundos
🗸 Cómo elegir un buen tema sin que se arrepienta a mitad del trabajo
🗸 Cómo evitar que el tutor le amargue la vida
🗸 Cómo escribir con estilo académico
... etc.